«Las uvas de la ira»

Este viernes, 17 de mayo, La estrategia del caracol proyectaba en la Pantera Rossa de Zaragoza la tercera película de su primer ciclo: Las uvas de la ira de John Ford, 1940. Fue Eduardo Acerete el encargado de presentar la sesión, destacando los aspectos históricos del momento en que la película fue rodada, así como las similitudes que podemos encontrar entre la historia de la familia Joad y el presente.

Edu presentación

En primer lugar, Acerete desarrolló una breve introducción de la película refiriéndose a la adaptación que John Ford realizase de la novela homónima de John Steinbeck, historia que el premio Nobel concibió tras dar forma a varios artículos de prensa escritos en el año 1936.

A continuación, aludió a dos aspectos interesantes: por una parte, el interés que en los años 40, en plena II Guerra Mundial, la cultura estadounidense mostrará por los movimientos populares y los procesos de resistencia, en un claro acercamiento a los planteamientos de la URSS (Eduardo Acerete hizo referencia a películas que, si bien rodadas en los EE. UU., constituían una verdadera oda a la figura de Stalin); en segundo lugar, esbozó los principales factores que motivaron la oleada de expropiaciones agrícolas en Estados Unidos durante los años 30, destacando entre ellos las consecuencias del crack de la Bolsa de 1929, la generalizada concesión de préstamos bancarios a los agricultores para que las granjas continuasen produciendo y la mecanización del campo.

Acerete finalizó haciendo una reflexión acerca de cómo los procesos de expropiación y el deterioro de los derechos sociales son característicos de un momento crítico en la economía, aludiendo a los muchos aspectos que equiparan la crisis de los años 30 con la que actualmente vivimos.

EL CINE NORTEAMERICANO DURANTE LA GRAN DEPRESIÓN (1929-1939) por Carmen Mainer

Artículo escrito por el caracol cinéfilo, Carmen Mainer, publicado en la revista Fotocinema de la Universidad de Málaga. Se trata de una revista científica de Cine y Fotografía que aborda el estudio, análisis, conocimiento, historia y reflexión sobre el cine y la fotografía. Su trabajo fue el que inspiró la temática escogida por La Estrategia de el Caracol para dar forma a su I ciclo de cine comprometido.

Pinchad aquí para leer y/o descargar el artículo:
Cine en La Gran Depresión por Carmen Mainer

El pan nuestro de cada día

También adjuntamos un par de referencias relacionadas: un disco de Bruce Springsteen que se inspira en la temática de la Depresión en EE. UU. y la novela de Las uvas de la ira, por si a alguien le interesara ampliar sobre el tema.

The ghost of Tom Joad, Bruce Springsteen, 1995.
Las uvas de la ira, John Steinbeck, 1939.

 

«El pan nuestro de cada día»

Este primer Ciclo de proyecciones se centra en el cine sobre la Gran Depresión en Estados Unidos, una temática que los componentes de La estrategia del caracol consideraron idónea para dar inicio a su andadura, ya que permitía a un tiempo el análisis histórico-artístico de películas clásicas y la mirada crítica sobre el presente que actualmente vivimos. Carmen Mainer dividió el ciclo en tres grandes bloques: un primero constituido por los films El pan nuestro de cada día y Si yo tuviera un millón, un segundo para Las uvas de la ira y un tercero correspondiente a Danzad, danzad, malditos.

Proyección Carmen

Esta organización, explicó, se debe a los cambios que, si bien las cuatro películas tratan la misma temática, se pueden observar en función del momento en que fueron rodadas: de esta manera, las dos primeras están rodadas en plena Depresión (1934 y 1932, respectivamente), por lo que se encuentran íntimamente ligadas al contexto social y cultural que describen. En Las uvas de la ira, rodada en 1940, apreciaremos cómo la temática de la crisis económica sirve, en cierta medida, como metáfora de la necesidad de cohesión de la sociedad estadounidense ante la amenaza de la II Guerra Mundial (recordemos que el ataque a Pearl Harbour tiene lugar en diciembre de 1941). Por último, destacó la pertenencia de Danzad, danzad, malditos (1969) a la corriente crítica que caracterizará al cine de la segunda mitad de la década de los sesenta, coincidiendo con el auge del movimiento estudiantil y con el rodaje de películas como Bonnie & Clyde, rodada por Arthur Penn en 1967.

En cuanto al comentario de la primera película del Ciclo, Carmen Mainer hizo hincapié en el estrecho vínculo que existe entre su argumento y la política cultural que Roosevelt desarrollase en el contexto del New Deal, a partir de 1933. Dicha política pretendía, a grandes rasgos, la regeneración psicológica y moral de la sociedad a través de una campaña de sensibilización y persuasión, haciendo renacer la confianza en el afán de mejora del individuo y, al mismo tiempo, en la capacidad de restablecimiento del sistema. En este sentido, señaló que el cine fue uno de los instrumentos principales para llevar a cabo esta estrategia de “reforma ideológica”, siendo El pan nuestro de cada día una película paradigmática que exalta los valores de la fe, la confianza, la esperanza y la solidaridad como bases indispensables para la conseguir la prosperidad. Sin embargó, destacó que la película trasciende la mera superficialidad de un panfleto propagandístico, ya que ahonda magistralmente en el conflicto social dando pie a la reflexión del espectador.